En Marzo de 2023, después de varias semanas sin salir a hacer rutas. volví a retomar la actividad con esta muy sencilla ruta de senderismo por Galapagar / La Navata. Su principal aliciente es el Puente de la Alcanzorla, de origen medieval y muy fotogénico. También se visita el Canto del Peso, una roca singular, varios puentes y ruinas de molinos, así como una antigua Calzada Romana (apenas distinguible). Se completa el paseo con algunos miradores sobre el río Guadarrama:
Índice
Puente de la Alcanzorla, Puente Nuevo, Canto del Peso y Calzada Romana (Galapagar/La Navata)
| 15 KM | 3H 30′ | Baja | 240 M. | > 3 años | Sí | No | No |
Estación Cercanías Galapagar / La Navata
Esta ruta es perfectamente accesible en tren de cercanías. La ruta comienza en la estación de Galapagar / La Navata. Es una ruta muy sencilla, tan sólo hay que tenre cuidado en la bajada al Puente de la Alcanzorla, que es un poco más salvaje. Escogí esta ruta porque unos días antes me había hecho una pequeña torcedura en el tobillo (casualmente me la hice en ciudad y no en ninguna ruta) y quería probarme un poco a ver si estaba recuperado del todo:
Una vez abandonada la estación, se continúa de frente y enseguida aparece un puente. Cuando se ha cruzado el puente, hay que darse la vuelta y encontrar este estrecho pasadizo, por el que comienza el sendero:
Continuamos por el margen del río Guadarrama, que nos acompaña en estos primeros momentos de la ruta:
Puente Viejo
En seguida llegamos a este puente, denominado de distintas formas: Puente de la Navata, Puente del Molino o Puente Viejo. Unía Galapagar con Hoyo de Manzanares.
Su construcción es bajomedieval y vino a sustituir al puente de la época islámica de Alcanzorla, situado aguas abajo, que servía tanto al camino del Hoyo como al de Torrelodones.
Actualmente, se puede observar justo debajo de esta estructura mucho más reciente:
Ruinas Molino Harinero
Cruzando el puente, justo al final del mismo, se observan las ruinas del molino harinero. Fue la única edificación de la zona hasta el S. XX. La creación del apeadero de RENFE en el siglo pasado dio pie a su actual desarrollo como barrio de Galapagar.
El desnivel del enclave proporcionaba las condiciones para el funcionamiento del molino y hasta mediados del siglo pasado, era una frecuentada zona de baño.
Aguas arriba del Puente de la Navata, permanecen las ruinas de otro molino harinero de similares características:
Miradores Naturales
Esta primera parte de la ruta, es la más bonita, con algunos miradores naturales que ofrecen vistas del entorno:
Puente de la Alcanzorla o de la Alcanzorra
Nos vamos aproximando al higlight de la ruta de hoy, el Puente de la Alcanzorla.
El acceso al mismo se realiza con una bajada un poco pronunciada y algo salvaje, por lo que hay que tener cuidado de no resbalar. Unos palos de senderismo, pueden venir bien para asegurar la bajada.
Se se trata de una construcción medieval, levantado durante el dominio musulmán, entre los S. IX y XI:
El puente formaba parte de un camino militar que daba servicio a varias ciudadelas y torres vigía que se agrupaban entre Talamanca de Jarama y el Valle del Tiétar:
En la Comunidad de Madrid todavía quedan restos de los puentes sobre los que pasaba esta vía: el Puente de Talamanca sobre el río Jarama, el Puente del Pasadero (Navalagamella) sobre el río Perales, el Puente del Grajal (Colmenar Viejo) sobre el río Manzanares , el Puente de San Juan (Pelayos de la Presa), sobre el río Alberche y éste el Puente de Alcanzorla sobre el río Guadarrama:
Es del tipo conocido como «lomo de asno» y tan sólo se ha conservado el arco de medio punto, sobre el que se sostiene. Se descarta su origen romano, por dos puntos fundamentalmente:
- Los puentes romanos suelen ser de calzada plana.
- La anchura de su tablero es demasiado estrecho para ser considerado romano. El puente tiene 2’8 m. de tablero, compatible con los puentes andalusíes, ya que son 5 codos rassasíes (medida de 55’77 cm.), medida oficial del Califato de Córdoba:
Puente Nuevo
Una vez visitado el puente, tenemos dos opciones, ir a visitar el Puente Nuevo, que se encuentra a menos de 10′ de aquí, o bien ir hacia la zona del Canto del Peso.
Al lado del Puente de la Alcanzorla, se encuentra la Urbanización Los Jarales. Hay una puerta en la valla que tiene un cerrojo, que se puede abrir desde los dos lados, aunque yo me la encontré abierta:
Si quieres visitar el puente de la Alcanzorla sin esfuerzo, puedes dejar el coche al final de la Calle Encina, número 26, en dicha Urbanización Los Jarales. Tras andar unos pocos metros, te encuentras con esa puerta, la abres y en seguida, bajas al río y ahí se encuentra el puente. Es la forma más cómoda para los más perezosos, ya que te evitas la bajada que hay para llegar al puente de la estación de Renfe.
Yo lo que hice fue entrar a la urbanización por esa puerta para visitar el Puente Nuevo, pero si no quieres, puedes no entrar por la puerta y seguir por el camino ascendente de la derecha. Si haces esto último, saldrás por el waypoint que hay marcado como «Pequeño salto murete» (en mi ruta de wikiloc), pero sin entrar nunca en la urbanización.
Se callejea hasta llegar al Camino del Puente Nuevo, que lleva directo al Puente Nuevo:
Fue construido por orden del rey Felipe II, en el S. XVI, para facilitar sus desplazamientos desde Madrid hasta el Monasterio de El Escorial.
Se encuentra a medio camino entre Torrelodones y Galapagar, dos municipios que se vieron beneficiados por el tránsito de viajeros que conllevó la fundación del monasterio, con el desarrollo de una potente industria hostelera.
Es de estilo herreriano y construido en sillería de piedra de granito. Se sostiene sobre un único arco, de medio punto, custodiado en sus extremos por dos sólidos tajamares, como en el Puente de Segovia (Madrid), cuya autoría se ha atribuido a Juan de Herrera.
Como curiosidad, en uno de los extremos del puente, se ubica un mojón de piedra de 1793. En él aparece el símbolo de la corona real, delimitando un vedado de caza menor, para uso exclusivo del rey Carlos IV. Es exactamente igual que el que puedes encontrar en la ruta de senderismo de los hornos de cal en Quijorna:
La zona no está muy cuidada, y hay bastante vegetación que impide ver nítidamente el puente:
Tras visitar este puente, tenía como objetivo llegar hasta el Canto del Peso, atajando por unos caminos que vi claramente en Wikiloc y Maps.me. El problema es que me topé con una finca privada, con cartel de «Prohibido el Paso» y «Cuidado con el perro«. Está marcado en el track (Waypoint: «Propiedad privada»), para que vosotros no perdáis el tiempo en venir hasta aqu`´i:
Para retomar la ruta, tuve que dar un pequeño rodeo, en el track hay otro punto marcado como «Pequeño salto murete», se trata de una abertura en la valla de la urbanización de Los Jarales, que me permitió retomar la ruta desde los alrededores del Puente de la Alcanzorla:
Nos encontramos de nuevo en el Parque Regional del río Guadarrama:
No muy lejos, abandoné el parque y callejeé por urbanizaciones de La Navata, para llegar a la zona del Canto del Peso:
Parroquia de San Antonio de La Navata
Pequeña iglesia, construida completamente en piedra, en estilo típico serrano:
Canto del Peso
Se encuentra ubicada en la Colada del Charco de la Olla, dentro de una finca particular, delimitada por un pequeño muro, por lo que hay que observarla desde cierta distancia:
Se trata de una piedra caballera, roca granítica de gran tamaño que se apoya sobre otra mediante una base muy estrecha, dando una gran sensación de inestabilidad:
Se le considera un lugar de reunión desde tiempos prerromanos, dotando al lugar de cierto aire mágico. Su uso inmemorial en el pueblo, el encontrarse a pocos metros de una cañada, muy cerca de una fuente y a tener nombre propio, hacen inclinarse a los historiadores por esta hipótesis.
Los terrenos de enfrente, que proporcionaban una mejor visión, al estar a más altura, también son ahora privados, por lo que sólo se puede observar desde lejos:
Retomamos la ruta, y ahora el siguiente objetivo es alcanzar la Calzada Romana, en algunos puntos del camino se obtienen vistas panorámicas de Galapagar, especialmente de su iglesia, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción:
También se pasa al lado del Centro Hípico Fuente Álamo, en el que se pueden dar paseos a caballo por los alrededores, ya que me crucé con varios grupos:
Al poco, hay que cruzar la M-528 para proseguir con la ruta. Hay que tener cuidado, pero hay buena visibilidad a ambos lados:
Calzada Romana
El Imperio Romano dejó en Galapagar la Vía XXIV Antonina, una calzada romana del S. III, que cruza el municipio en diagonal de norte a sur. Esta vía unía Segovia con Complutum, la actual Alcalá de Henares.
Los tramos mejor conservados se encuentran cerca del Puente de El Toril, con una longitud aproximada de 200 metros:
La calzada romana está catalogada como vía pecuaria, formando parte del Cordel de Suertes Nuevas, subsidiario de la Cañada Real Segoviana.
Los tramos de calzada que se encuentran en Galapagar, están construidos con grandes lastras de granito de hasta más de un metro de longitud, colocadas directamente sobre el terreno natural. Están provistos de bordillos, que delimitan este camino, de unos 8 m. de ancho.
Se ha comprobado que los tramos más visibles de esta vía se encuentran en zonas encharcables, en donde era imprescindible que la calzada estuviera levantada sobre terreno mojado, para evitar que se hundieran carros y bestias:
Una vez visitado lo poco que nos queda de esta calzada romana, retomamos de nuevo la ruta, para más adelante, volver a cruzar la M-528, ésta vez por un punto un poco más peligroso, ya que no hay buena visibilidad de la carretera por la derecha, ya que hay una curva a pocos metros:
Ruinas Molino de La Navata
Terminando esta ruta circular, nos encontramos las ruinas de otro de los molinos harineros que se construyeron en el río Guadarrama:
Mirador del río Guadarrama
El último punto de interés de la ruta, antes de volver a la estación de tren, es un pequeño mirador de madera, justo enfrente del molino anterior, que nos arroja unas bonitas estampas del río Guadarrama, a su paso por la localidad:
Con esta última visita, damos por finalizada la ruta de hoy, alcanzando la estación de cercanías. Una ruta muy urbana, que puede ser buena idea realizar si quieres hacer alguna ruta a la que se llegue en tren o si, como en mi caso, quieres retomar la actividad después de estar tiempo parado por alguna lesión.
